Análisis | Lucha de poder en Red Bull Racing: ¿está pasando algo realmente?

El reportaje de la importante cadena de televisión brasileña O Globo pareció totalmente inesperado el sábado pasado. Luciano Burti -el antiguo piloto de F1 y coautor del artículo- hablaba de desacuerdos entre el jefe del equipo, Christian Horner, y el asesor externo, Helmut Marko, e incluso se decía que el puesto de este último en Red Bull estaba en entredicho. Según Burti, incluso hay una reunión de la junta directiva de Red Bull (el grupo, no el equipo de F1) a lo largo de esta semana sobre el futuro del asesor. Aunque la sugerencia es a veces diferente, es muy posible que esta junta ponga fin a la colaboración con Marko.

Marko decide por sí mismo "sobre su dimisión"

El propio Marko respondió el martes al medio austriaco OE24 a la historia que estalló desde Brasil, que desde entonces ha sido alimentada aún más por el ex piloto de F1, Ralf Schumacher. Por ejemplo, Marko dijo al periodista que esta semana no estaba prevista ninguna reunión del consejo de administración. Pero no fue tanto el desmentido sobre su posible marcha de Red Bull Racing como la forma en que contradijo la historia. Marko no se refirió a Horner como "Christian", sino que llamó al británico "Sr. Horner". "El Sr. Horner no decide cuándo paro, lo hago yo mismo", dijo.

Marko admitió que había una lucha por el poder dentro de Red Bull tras la muerte de Dietrich Mateschitz (copropietario de Red Bull). "Hay gente que intenta redefinir su poder", dijo el austriaco. Marko no mencionó nombres, pero el buen oyente sabe a quién se refería el ex piloto: El Sr. Horner.

Marko siempre franco

Helmut Marko es alguien que nunca tiene pelos en la lengua. Que se lo pregunten a Sergio Pérez. Su franqueza hace que Marko caiga bien al público; es auténtico. Sin embargo, para una empresa multimillonaria como Red Bull, a veces resulta incómodo. Cuando Marko cuestiona en voz alta la mentalidad sudamericana, los contables piensan en cuántas latas menos de bebidas energéticas se venden a causa de esa frase.

Aunque Marko se disculpó, el daño ya estaba hecho. Comentarios como éste son los que pueden hacer que un consejo se cuestione su cooperación con Marko. No se fijan sólo en lo rápido que va Max Verstappen en una pista gracias en parte a Marko, sino que ven el panorama más amplio. Entonces piensan en los ingresos globales y, desde luego, en la imagen de Red Bull. Bonito campeonato del mundo, pero Red Bull es más, pensarán.

¿Cuál es la verdad?

Que hay jaleo internamente en Red Bull Racing queda claro tras la entrevista de Marko, aunque muchos aficionados seguramente lo dudarán. Se trata de un mecanismo conocido en los tiempos actuales. Se ve tanto en la política, por ejemplo, como en el deporte. Mucha gente no se cree algo porque el mensaje no le conviene.

Para reflejar esto en la Fórmula 1: Los seguidores de Red Bull pensarán sin duda que se trata de cotilleos, con la mera intención de perturbar al campeón. Si se hubiera tratado de una confusión en Mercedes, habría caído como un jarro de agua fría. Ya que los fans de Mercedes están de fiesta en estos momentos. Pero probablemente todos sepan también que esto es la Fórmula 1; nada se queda dentro. Lo positivo y, en este caso, lo negativo.

¿Si Marko está contando toda la historia? Probablemente no, porque ¿por qué iba a hacerlo? Sin embargo, ¿puede dar una pequeña idea de lo que ocurre en el equipo? Sí, lo hace. ¿Cómo va a acabar esto? Una pregunta igualmente buena e interesante para el futuro.